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Torrequemada, Las Corralás, Bien de Interés Cultural, ermita del Salor, puente medieval 8 fotografías

Puente sobre afluente del río Salor.


Las Corralás de la Dehesa Boyal de Torrequemada.

Son Bien de Interés Cultural, todo un ejemplo de sostenibilidad urbanística, de optimización de materiales y recursos. Este conjunto localizado en la dehesa boyal es Lugar de Interés Etnológico, un complejo relevante dentro del patrimonio histórico extremeño por ser referencia de la arquitectura tradicional a la hora de configurar las características y la personalidad de nuestra dehesa

Las Corralás. Bien de Interés Cultural.


Las Corralás, es un conjunto arquitectónico ubicado en la dehesa boyal de la localidad cacereña de Torrequemada, conjunto arquitectónico que por su relevancia histórica ha merecido ser declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Lugar de Interés Etnológico.


Detalle de la construcción de la corralá levantada en piedra seca.


«Las Corralás» se localizan en la dehesa boyal del municipio de Torrequemada, muy cerca del núcleo urbano. El conjunto arquitectónico es ejemplo de la capacidad de la arquitectura tradicional de adaptarse al entorno haciendo uso de los recursos escasos y una muestra del uso de la técnica de la piedra seca, una tecnología sencilla que ha sido reconocida por la UNESCO por los conocimientos que, en relación a esta, transmiten los alarifes de generación en generación.



El complejo es asimismo ejemplo paradigmático de los aprovechamientos tradicionales de la dehesa y de los usos consuetudinarios de los bienes municipales, vigentes en nuestros pueblos hasta primeros de los años sesenta del pasado siglo, momento en el que la emigración generalizada supuso importantes cambios en el mundo rural. «Las Corralás» además forman ya parte de la memoria colectiva de los vecinos de Torrequemada.


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Su incoación se publicó en el DOE n.º 245, de 23 de diciembre de 2016, y en el BOE n.º 53, de 3 de marzo de 2017. Se comunicó al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para que se procediera a su inscripción provisional en el Registro de Bienes de Interés Cultural, dónde se procedió a su anotación preventiva con el código 29759.



El conjunto arquitectónico de Las Corralás se sitúa en el paraje denominado Dehesa de la Zafra o Zafrilla, que los lugareños conocen con el apelativo del «prao». Se trata de una dehesa de encinas en la que tampoco faltan otras quercíneas como el alcornoque, con una extensión de 270 hectáreas. A la dehesa se accede desde el sector suroeste del casco urbano y esta se halla enclavada en un área donde abundan los batolitos de granito que proporcionan una impronta característica al paraje.En este espacio destacan las charcas, la Charca del Prao y la Charca de Arriba que, tanto en épocas anteriores como en la actualidad, siguen siendo importantes para el mantenimiento del ganado. Uno de los extremos de la dehesa se halla delimitado por uno de los brazos del río Salor.



Para el abrigo y cría del ganado de cerda, los ganaderos levantaron las denominadas corraladas o zahúrdas. En muchas de las grandes fincas, aún persiste este tipo de construcción, digno de ser conservado. Generalmente tienen planta rectangular o cuadrada, que abrigan múltiples cochiqueras cubiertas y un patio para el disfrute de los animales.

La villa de Cáceres concedía a sus vecinos licencia para construirlas. Así lo hizo constar, el 21 de abril de 1796, Joaquín Hemández en la escritura de venta al presbítero don Pedro Pérez Ordiales, don Cipriano de la Cruz, y Juan Lucas de una corralada en la Zafrilla, en el sitio llamado la Mielona frente a la casa de la Enjarada, por el valor de 20 pesos duros de plata de a 20 reales cada uno.



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