Ermita mudéjar de Ntra Sra del Salor (s XIV-XVI) en Torrequemada - Cáceres
Pertenece a los siglos XIV, XV y XVI, por lo que se puede considerar gótico-mudéjar y barroca. Es considerado Monumento de Interés Cultural.La ermita debió comenzarse en el siglo XIII, casi inmediatamente después de la reconquista del territorio y se relaciona con una fundación templaria (Cofradía de Nuestra Señora del salor).
En 1345, cuando los documentos acreditaban que el Concejo la cede a la Cofradía del Salor, fundada en 1270. En los primeros siglos, la ermita pertenece a la Orden de Santiago, que tiene su Sede en la Iglesia de San Mateo en Cáceres. Con esto nos indica que la ermita perteneció a Cáceres, aunque en 1519, la Iglesia de San Mateo la cede al pueblo de Torremocha.
Ermita de Nuestra Señora del Salor.
En el exterior, los muros son lisos, sin restos de ventana. Hay dos puertas, una adintelada localizada en el Evangelio y otra a los pies de la Iglesia. Esta última con arco apuntado de doble rosca realizado en granito. Está decorada con pinturas en las que se representa a Dios en la parte superior bajo el que se encuentra un coro de ángeles. Lo más interesante pueden ser sus pinturas murales al fresco. Las más antiguas corresponden al siglo XIV. Se conservan en tres paneles, al lado del Evangelio: Jesús camino del Calvario, y tres escenas de la Vida de Cristo. Atribuidas al pintor cacereño Lucas Holguín, de mediados del siglo XVI.
Ermita de Nuestra Señora del Salor.
El intradós de los arcos fajones de la nave iba decorado con pinturas mudéjares, principalmente motivos florales. En ellas se representa una de las composiciones más primitivas del arte islámico, con decoración geométrica a base de composiciones octogonales. Es esta figura muy empleada por los templarios de influencia árabe y procedencia griega. Es el octágono la unión de dos cuadrados superpuestos, lo que para aquellos griegos significaba la yuxtaposición de los cuatro elementos naturales: agua, tierra, fuego y aire, con los cuatro estados: frío, humedad, calor, y sequedad.
Ermita de Nuestra Señora del Salor.
Durante la guerra de la Independencia fue incendiada por los franceses y la primitiva imagen de la Virgen tuvo que ser sustituida por otra, que aún más lamentablemente, en nada se parece a la antigua. La actual es una imagen de pie para vestir y sin Niño Jesús.
Actualmente es una de las ermitas más visitadas de la región, ya que en su entorno se celebran las romerías de varias localidades.
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